PANECILLOS DE MANTEQUILLA TOSTADA

El día de la madre me hice un auto regalo, no es por nada, así siempre acierto y fue un libro al que le tenía echado el ojo desde hacía tiempo. Pan hecho en casa con el sabor de siempre del maestro Xavier Barriga. Es un libro maravilloso para los que nos encanta el pan recién hecho y sobre todo hecho en casa. Como sabréis me encanta amasar y creía que lo sabía casi todo de este arte pero claro no hay como leer al Sr. Barriga para darse cuenta de lo contrario. He probado a amasar como explica en su libro y la verdad es que se nota la diferencia. Bueno basta de chachará y a amasar.

Estos panecillos son muy blanditos e ideales para merendar o desayunar.

Ingredientes:

-500 gr de harina panificable.
-10 gr de sal.
-280 ml de agua.
-15 gr de levadura fresca.
-30 gr de mantequilla.
-15 gr de azúcar.
-10 gr de leche en polvo.

Preparación:

Funde la mantequilla y cuécela hasta que tenga un bonito color dorado. Déjala enfriar.
Pon todos los ingredientes de la receta  menos el agua y la levadura en un recipiente hondo y de base cóncava. Empieza a añadir el agua  poco a poco y remueve con la mano abierta hasta que el agua desaparezca y la harina se transforme en una especie de arcilla seca. No saques la masa del recipiente hasta que haya absorbido toda el agua.
Si quieres descansa un poco. Cuando la masa haya absorbido toda el agua sácala del recipiente y ponla en la mesa de trabajo previamente enharinada.
Golpea ligeramente la masa sobre la mesa de trabajo, estírala y dóblala sobre si misma para que coja aire en su interior. Sigue así hasta que veas que la masa se despega de la mesa de trabajo y se desgarra al estirarla . Tapa con un paño húmedo y deja que repose durante 10 minutos. Cuando retomes el amasado verás que la masa es más elástica y se trabaja mejor. Repite este proceso cinco o seis veces alternando amasado y descanso.
Cuando la masa esté lisa  pon la levadura y un poquito de agua en el centro. Sigue amasando hasta que la levadura esté totalmente disuelta, la masa quede lisa y se despegue de la mesa.
Divide la masa en bolas de 80 gramos y deja reposar tapadas durante 30 minutos con un paño húmedo.
Forma los panecillos una vez trascurrido el levado encima del mármol de la cocina espolvoreado con harina cerrando las piezas con si doblarás un pañuelo con lo extremos hacia el centro. Coloca los panecillos boca abajo encima de un paño espolvoreado con harina para que no se peguen y deja que fermente.

Cuando hayan doblado su volumen precalienta el horno a 250º y pon dentro una pequeña olla con paños mojados para crear vapor, si se quedan secos vuelve a añadir agua.

Cuando los panecillos hayan doblado su volumen, da la vuelta a los panecillos y ponlos encima de la bandeja del horno pulveriza con agua y hornéalos a 220º durante 16 o 18 minutos.
Sé que son un poco laboriosos pero os aseguro que están deliciosos y no os arrepentiréis de hacerlos.